Estuve viendo este finde un vídeo de YouTube de Jorge -Manuel Rodríguez, Presidente del Centro español de Sindonología. La sindonología es la ciencia que estudia la Síndone, Sindón, sábana en griego: lienzo que cubrió el cuerpo de Jesús en el sepulcro.
Se trata de uno de los objetos más estudiados de la historia. Se encuentra actualmente en la Catedral de Turín (desde 1694). En el siglo XX se ha podido visitar cinco veces y en el XXI una por cada papa. Juan Pablo II dio un discurso en 1998 en el que dice:
«Es un espejo del Evangelio. Es un reto a la inteligencia. No tratándose de una cuestión de fe, la Iglesia carece de competencia para pronunciarse sobre su autenticidad. Debe estudiarse objetivamente y sin prejuicios».

Se puede observar un hombre de 1.80 en un lino puro de espiga, como el que usaba el Sumo Sacerdote de Jerusalén y que podría ser el que compró José de Arimatea. Y que ha sufrido todas las heridas que nos cuentan los Evangelistas en la pasión de Jesús: heridas punzantes en la cabeza, marcas de flagelación romana, lanzada en el costado, derrame líquido por la lanzada, agujeros de los clavos en las muñecas, piernas flexionadas, heridas de clavos en los pies: heridas que coinciden con la pasión de Cristo. Uno de los misterios a resolver es que la imagen se ve muy claramente en el negativo fotográfico.

Pero, ¿y las pruebas que se hicieron de carbono 14 que la databan de la edad media? La prueba se sustenta en que a menos carbono, más antiguedad. Pero hoy en día ya se sabe que un 70% de las veces son fiables, un 10% dudosas y el 20% imposibles. Esto sucede cuando las muestras no tienen las condiciones adecuadas: hay algún factor desconocido que alteran los resultados. Se sabe que con el método de limpieza que usaron en aquel entonces -13 de octubre de 1988- no se podía datar la síndone: estaba contaminada. Se puede concluir que con la prueba del carbono 14, como se realizó, no se puede saber la fecha.
El unguento encontrado (helichysum) coincide con el de los enterramientos de los reyes del siglo I.

¿Qué harían los discípulos con el lienzo?: Para los judíos los lienzos sepulcrales le dejaban impuros ocho días. Para ellos, era en la sangre donde se encontraba el alma. ¿Qué sucedió hasta llegar a Turín? El ponente sugiere que estuvo oculta con el nombre de Imagen de Edesa.
Entre 1976 y 1981 se creó un proyecto de investigación con 33 investigadores científicos que dedicaron 150.000 horas a estudiarla, con el nombre de STURP. Usaron el VP-8 (imágenes digitales que permiten conocer información del relieve) a la Síndone. Lo que es llamativo es que se ve perfecto. En la fotografía de la imagen ya están las tres dimensiones, esto no ocurre con ninguna otra fotografía.

Sin lugar a dudas, en ese lienzo hay sangre humana del grupo AB (el que tiene el 3 ó 4 % de la población, típica de un hebreo). Lo que vemos son huellas, improntas del mismo color. En las fibras no hay material añadido, nada pintado, no hay vapor, ni radiación… ¿Qué conclusiones sacan el equipo STURP en sus 27 publicaciones en revistas científicas?:
«El consenso científico es que la imagen es el resultado de algo que provocó la oxidación, la deshidratación y la conjugación de la estructura de los polisacáridos de las microfibras del lino mismo (…) No se conocen métodos químicos o físicos que puedan explicar la totalidad de la imagen. Tampoco pueden explicar la imagen de forma adecuada ninguna combinación de circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas(…) Como consecuencia de esto, el problema de cómo se produjo la imagen o de lo que la produjo, sigue siendo ahora como antes, un MISTERIO».

¿Qué nos dicen los forenses?: Vemos a un hombre torturado brutalmente en todo el cuerpo. Con rasgos compatibles con un hebreo. Con las marcas de una corona de espinas (casco). Flagelado en todo el cuerpo:120 golpes, con dos verdugos, uno más sádico que otro, que estarían como a un metro de distancia. Las marcas coinciden con la carga de un palo horizontal (patíbulo). Clavado. El pie derecho debajo del izquierdo. Una lanzada a la derecha.
¿Por qué Pilato no cumple el principio de derecho Non bis in idem (no puede existir otra condena sobre lo mismo), uno de los principios pilares del derecho romano? Primero le condena a la flagelación, pero después, a la muerte: por la presión de los sumos sacerdotes en que le condenara a muerte. Pero, ¿por qué este interés?: Porque el Deuteronomio dice Maldito es de Dios el que cuelga de un madero: consiguiendo que crucificaran a ese hombre, estaba claro que no podía ser el Mesías.
Por cierto, la imagen de la Síndone coincide perfectamente con la del Santo Sudario de Oviedo.
El vídeo dura 1.50 h, pero merece la pena.
La semana pasada escuché al doctor al Dr. Bernardo Hontanilla Calatayud, catedrático de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de la Clínica Universitaria de Navarra, acerca de sus investigaciones sobre la Síndone de Turín. El Dr. Hontanilla ha publicado en la revista «Scientia et fides» los resultados de una investigación en la que plantea la posibilidad de que la imagen grabada en la Síndone de Turín fuera de un hombre vivo y no muerto, algo que podría llegar a decir mucho sobre la Resurrección de Cristo. En una entrevista, reflexiona sobre este tema.
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